domingo, 15 de noviembre de 2009

“No tendrían sentido cinco años de universidad para llevarle la contabilidad a un taxi”

DOS AMANTES DE LA CONTADURÍA SE ENCUENTRAN PARA HABLAR DE SU PROGRAMA
“No tendrían sentido cinco años de universidad para llevarle la contabilidad a un taxi”

Jéferssos Linares
AGENCIA Q

A Juan David Buitrago y María Angélica Zarzal los une un destino común: su amor por la contaduría. A pesar de que Juan David apenas está en segundo semestre y María Angélica se graduó hace unos meses, ambos se encontraron para hablar de su programa, sus debilidades y fortalezas.

María Angélica, en un comienzo, quería estudiar negocios internacionales, pero debido a varias circunstancias concluyó contaduría y hoy se siente orgullosa de su profesión. “Es un muy buen programa, sin embargo al estar en un énfasis nos perdemos de mucho conocimiento que brindan los otros”, reitera. El programa ofrece el énfasis de costos, tributario, financiero y contador general. Angélica optó por costos y Juan David optará por tributario.

Por otro lado, a Juan David, el hacer parte del grupo de gestión para la Acreditación del programa de Contaduría Pública, ha generado en él la noción de que el programa es muy organizado en su estructura. “Vincula al estudiantado, y por lo tanto es efectivo en los planes que ejecuta”, dice.

Aunque en el ambiente hay un aire de confianza gracias a la preferencia que tienen los egresados uniquindianos frente a los de otras universidades que ofrecen el programa de Contaduría Pública, hay preocupación por la sobreoferta no solo de profesionales sino también de bachilleres que pretenden estudiar esta carrera.

Para afrontar esta situación Angélica considera prudente una política para establecer un número máximo de estudiantes, pues según ella, llegará el momento en que sean tantos los contadores que a muchos les tocará ejercer otro oficio.

Esta charla se concluye con un consejo que Angélica, desde su experiencia al trabajar al interior de la Universidad del Quindío le ofrece a Juan David. “Aproveche las oportunidades que brinda el programa, preocúpese por estar informado y vincúlese activamente, en especial, en los procesos de investigación”.

Juan David agradece el gesto y sueña con un cargo en la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) mientras que María Angélica quiere ser docente para compartir sus conocimientos con otros jóvenes inquietos como Juan David.

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